Extremadura está siendo testigo de un importante desarrollo y crecimiento en los últimos años.
Pese a las debilidades estructurales que se mantienen (envejecimiento de la población, niveles de productividad inferiores a la media en España, y un campo de mejora para el desarrollo tecnológico y la conectividad en infraestructura) ha sido capaz de generar más de 30 mil puestos de trabajo en la última década, 53 mil entre 2015 y 2021.
Empresas de la región están mostrando un fuerte dinamismo, existen proyectos de inversión en pleno desarrollo y sectores como la industria agroalimentaria, el sector del corcho, el energético, el del transporte, el turismo, el tecnológico o los servicios de salud y cuidado de personas dependientes representan las grandes apuestas para el crecimiento empresarial y del empleo (presente y futuro).
Las mujeres han sido las protagonistas indiscutibles de los nuevos puestos de trabajo creados.
Más de 8 de cada 10 de las nuevas afiliaciones a la Seguridad Social registradas desde 2012 han sido de mujeres, acompañando el incremento paulatino de sus niveles de cualificación, que desde hace años sobrepasa al de los hombres.
Sin embargo, su incorporación al empleo se está produciendo en un número limitado de actividades económicas (baja presencia en agrícolas, industriales y tecnológicas), con condiciones laborales más precarias respecto a los hombres (en cuanto a temporalidad, jornadas y salarios) y con la peculiaridad de que son, también ellas, las protagonistas en los registros del paro, con 6 de cada 10 personas paradas que son mujeres, a pesar de representar 4 de cada 10 en la afiliación.
Añadido a ello, más de 87.000 mujeres se encuentran fuera de la actividad económica por dedicarse en exclusiva a las labores del hogar, cuya incorporación al mercado laboral supondría un incremento de más de 10 puntos de la tasa de actividad económica en la región.
La pérdida de talento y de oportunidad de crecimiento que conlleva la falta de la plena incorporación de las mujeres al mercado laboral, así como el desempleo que les afecta y las condiciones laborales tan precarias, requieren del trabajo y del compromiso conjunto de todos los agentes del territorio.
Por tal motivo, el SEXPE coordina un Grupo de Trabajo específico y colabora con empresas piloto para lograr el máximo impacto de sus políticas.